Pues sí correlegas, cuando las sensaciones son buenas y los entrenos te salen bien, parece que nadie te puede parar, y quieres más y más. Esa es la sensación que he tenido a lo largo de esta semana.
El pasado domingo 28 de noviembre, me desplazé hasta Vigo para disputar el Cross Belarmino Alonso; y no pudo ser peor. En primer lugar el frío: 2.5ºC, circunstancia que para mí ya supone un problema dado que no soy capaz de correr con frío, se me agarrotan muchísimo las piernas. En segundo, el circuíto: no podía ser más estrecho y enrevisado, había zonas de apenas un metro de ancho y curvas de 180º a más no poder, pero bueno ante esta circunstancia no se puede hacer nada dado que es un cross y es lo que hay. Y en tercer lugar, el madrugón: levantarse un domingo a las 6 a.m no es plato de buen gusto para nadie, no obstante el sábado a las 21.30 p.m ya estaba roncando(parece mentira que mi hermana de 6 años se acueste más tarde que yo jejeje). Con todas estas premisas, la carrera no es que pintara muy bien, pero tenía ganas de correr y los entrenos anteriores habían sido buenos, por lo tanto allí estábamos.
Al llegar, Jako y yo nos pusimos a calentar un poco, y para cámara de llamadas, de allí a la salida. Una vez allí, unas progresiones, y aquí llegaría mi error, diez minutos esperando a que den la salida sin apenas moverme, únicamente haciendo movimientos de movilidad articular y estiramientos varios. A la orden de a sus puestos, me preparo, se da el pistoletazo y.... catapúm!!! me da un fuertísimo pinchazo en mi minigemelo jejeje que apenas me deja doblar el pie y me impide correr, no obstante pienso que es pasajero y trato de seguir a duras penas. Doy una vuelta y ante la persistencia del dolor, decido parar. Nunca me había sentido peor, no por mí, sino por el palizón que se pegaron mis padres desde Ourense para venirme a ver, y realizar la gran cagada que hice. Me fuí a los servicios sanitarios, y una fisioterapeuta me dió un masaje en la zona que me alivió muchísimo.
Es la primera vez que me retiro de una carrera, y espero que de las últimas, porque esa sensación de impotencia no me gustó nada, y más aún tratándose de una carrera de apenas 4500m.
También debo felicitar a mi compañero de entrenos Jacobo, que este año está entrenando muy bien, y fruto de ello fue el carrerón que se marcó allí.
Mi próxima carrera será la de Expourense-Megaxove, el próximo miércoles 8 de diciembre.
Un saludo.